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EL CORRESPONSAL

SAUCE. Johann Pereira, estudiante, poeta y sauceño

SAUCE. Johann Pereira, estudiante, poeta y sauceño

Johann Pereira es un poeta sauceño de 19 años estudia y escribe cuentos. Aspira a ser un escritor uruguayo reconocido; a partir de una particular visión de la vida y de los tiempos de hoy en día, conceptos que accedió a compartir con los lectores de El Corresponsal. Por Rodríguez Monzzone. (mas fotos y nota completa en la proxima edicion en papel de EL CORRESPONSAL pidalo al 2941395)

12 comentarios

Alejandro Romanace -

Tú inundas mi existencia de alegría
con tu amor generoso, como inunda
con su llama benéfica y fecunda
el astro rey la inmensidad vacía.

Repíteme que me amas noche y día
con lealtad, con pasión, con fe profunda,
que en esa frase arrobadora funda
todo su bienestar el alma mía.

Dime que me amarás eternamente;
que tu pasión en lo infinito raya
porque el afan de lo infinito siente;

y que conmigo irás a donde vaya:
como dos gotas a la misma fuente,
como dos olas a la misma playa.

JOSE ALBI -

Sí; nacer cada día.
Deslumbrado aire nos come todas las vertientes.
Los ojos y los pies nuevos, recientes,
para pedir de asombro mi cercado.

De asombro, de prodigio, de inaudita
palpitación ayer insospechada.
Flor inminente, luz enamorada
del milagro de amor que la limita.

Nazcan alas o ramas, poco importa;
para volar hay un impulso ciego
que no sabe si el agua es agua o fuego
y para el cual la eternidad es corta.

Así; cada mañana un incipiente camino. Un despertar. Todo sin nombre.
Para cada camino un hombre. Un hombre como la luz, nacido de repente.

Nacido de repente, pero herido
ya herido por un rayo inacabable;
mandado sin cesar, inagotable
surco para el amor recien nacido.

Cada día el prodigio. Cada día
el latido inicial, casi indeciso,
de la tierra dulcísima que piso
más codiciada mientras es más mía.

Buscando vida, y el dolor a cuestas.
Con sangre y con dolor mi gozo escribo.
Cada día nacer. ¡Oh gozo vivo!
¡Oh interminable vida que me cuestas!

Y la vida buscando siempre puerto,
pues de tanto morir se descamina.
Y la muerte ¡Oh dolor! en cada esquina.

Más vivo, amor, mientras estoy más muerto.

José Angel Buesa -

Este domingo triste pienso en tí tulcemente,
y mi vieja mentira de olvido ya no miente.

La soledad, a veces, es el peor castigo...

Pero ¡Qué alegre todo si estuvieras conmigo!

Entonces no querría mirar las nubes grises,
formando extraños mapas de imposibles países.

Y el monotono ruido del agua no sería
un motivo secteto de mi melancolía.

Juana de Ibarbourou -

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...

Luisa del Valle Silva -

Sí, yo estoy triste; pero mi tristeza no es mala; en su seno no hay gérmenes de rencor ni de ira;
No se estremece en ayes convulsivos, exhala,
Sólo quejas muy suaves; no solloza, suspira.

Una tristeza como de un niño pensativo
que quisiera dormirse para olvidar su pena...
¡Ah, vida! muchas veces me hires sin motivo,
y yo te busco siempre con sonrisa serena.
¡Ah, vida! tú no tienes la culpa
de que sea así el alma que llevo... ¿sabe la brisa acaso por qué las flores tiemblan mientras ella aletea
y se quedan inmóviles las piedras a su paso?

Aquí está la tristeza...
Sobre mi hombro inclinada,
como una frente enferma
de sueños agobiada.

dda -

ANDRES MATA

dda -

Debajo de los árboles, ninguna
pena que inquiete el pensamiento mío.
Encima de los árboles, la luna;
Debajo de los árboles, el río;
Abro mi corazón... Leo y confío
en la gloria, en el bien, en la fortuna.
Habla de amor, al discurrir, el río;
habla de amor, al explender, la luna,

Quietud y soledad... Nada importuna
la comunión del pensamiento mío
con el bien, la gloria y la fortuna...

Bajo el ramaje trémulo y sombrío, sueña un hilo de oro de la luna
sobre el silencio diáfano del río.

dda -

Cuando surgen los mares y montañas
cual símbolos de ausencia y lejanía,
las cosas simples y también extrañas, se van trocando en muda letanía.

Se hace la vida gris, la dicha huraña,
la incertidumbre el pan de cada día;
un pescador, sin ríos y sin caña,
resignado a esperar sin rebeldía.

Ni un cocuyo en las sombras de la noche;
en la callada pena sin reproche,
mi súplica se eleva como un rezo:

No prives que en sus ojos vuelva a verme,
porque siento la angustia de perderme,
sin la gracia feliz de su regreso:
Luis Edgardo Ramirez

dda -

EL EXITO ES
Una Bella Perla que podemos extraer, no del fondo del mar -claro- Sino del fondo de Nuestra Capacidad de Entrega, que a su vez es, la Constancia que le ponemos a las cosas que nos interesan. Y, como no podía ser de otra manera, EL AMOR es la sazón que... ¡la perla redondea!
dda

dda -

Mi Amor por los libros, no puede decirse que sea, una loca pasión atormentada, sino más bien Un Amor Fresco y Juvenil, muchas veces divertido y, otras tantas, aburrido. Pero, de que he aprrendio... ¡He Aprendido!
Y VOY A SEGUIR APRENDIENDO, porque yo, ningún amor lo echo al olvido.
dda

dda -

Johann Pereira.
Esto que escribí
alguna lejana
Navidad
los transcribí
sólo para saludarte

DDA -

Hace mucho, mucho tiempo... ¡más de Dos Mil años ya! Llegaron a Belén, María y José. Montada en un burrito iba María ayuda por José.
El Niño iba a nacer... ¡Pero nadie les dió posada!
La Noche se hizo Buena ese 24 de Diciembre y, para cobijar al Niño Santo, la noche abrió su manto y le regaló una estrella ¡La más bella! para anunciarlo.
Así fue que el más Bueno y Santo de los Niños vino al mundo, en un humilde pesebre rodeado de animalitos: Una vaquita a quien el Niño Dios le bendijo el fruto para que todos los niños del mundo llegaran mucho. Un Buey bondadoso; el Burrito MÁS FELIZ DE LA TIERRA, que nos enseña a llevar con amor todas las cargas, porque, tal vez, pueden ser más importantes que nosotros mismo.
¡Qué Pobre Nació Jesús!
Cuando esa mañana del 25, el Niño abrió los ojos, a su lado estaba un corderito pequeño y tambaleante, pero un corazón, muy, muy grande, quien mirándole con amor al Niño dijo: Aqui estoy porque QUIERO SER TU AMIGO. Aunque nada soy y muy poco tengo para darte déjame abrazarte y brindarte mi calor.
El niño le miró y respondió: Gracias por venir. Yo también quiero abrazarte. Eres MI PRIMER AMIGO y eres bueno y admirable.
Cuando yo sea grande quiero ser como tú...
¡Y así fue!
Pasó mucho tiempo y mucho dolor desde entonces pero... ¡EL AMOR NUNCA CAMBIO!
El día que el NIÑO DIOS NACIO, fue Y SERA SIEMPRE el más bello de todos los días felices de la Tierra: Por el maravilloso ejemplo del AMOR DE MADRE, con el APOYO DEL PADRE. EL PODER de la FE de una BUENA FAMILIA UNIDA; El VALOR de contar con una AMIGO VERDADERO. Y, esa VERDAD TAN GRANDE que envuelve la NAVIDAD anunciando que NO IMPORTA SI ES POCO O MUCHO lo que tenemos, porque LO IMPORTANTE ES Amar lo Nuestro, Cuidarlo Bien y Compartirlo PARA HACERLO MAS VALIOSO.
Es de lo que se trata la Navidad: De la Familia Unida, de los Amigos Verdaderos y de compartir lo que se tiene para ser FELICES TODOS.

¡Que el Espíritu de la Navidad te acompañe todo el camino de la vida!
dda