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EL CORRESPONSAL

LAS PIEDRAS. Vitivinicultores y sidreros protestaron frente al Inavi rechazando el IMESI a sus productos.

LAS PIEDRAS. Vitivinicultores y sidreros protestaron frente al Inavi rechazando el IMESI a sus productos. El rechazo al Impuesto Específico Interno – (Imesi)- al Vino y a la Sidra hizo que las gremiales vitivinícolas representadas en Inavi y la Unión de Sidreros del Uruguay, con el apoyo de todos los productores e Industriales comprometidos con la Granja, realizaron un acto publico con el fin de sensibilizar a las autoridades que tendrán que resolver si corresponde o no, incluir en la Ley de Reforma Tributaria a estudio del Parlamento.  Según Edgard Santero, vitivinicultor de Sauce, “mas del 60% de la viticultura se encuentra ubicada en Canelones, y cerca del 80% de las bodegas instaladas en el departamento” y son “4.500 trabajadores de la viña, por lo que un 60% daría 2.700 personas, mas los 2.500 operarios de bodega por 80%, suman unas 2.000 personas”
La proclama de los rechazantes del Imesi al vino y la sidra señalaron que les causa “sorpresa” no tener aun ninguna comunicación oficial dirigida al Inavi desde el Poder Ejecutivo” de la imposición de este tributo. Señalaron que “la Ley 15903 del 10 de noviembre de 1987 que dio creación al Inavi, da las facultades al mismo para la ejecución de la política vitivinícola nacional, y tiene entre sus principales cometidos asesorar al Poder Ejecutivo en todo aspecto concerniente a la uva y el vino.
El Inavi debería incidir en planificar la economía vitivinícola, en particular los costos de producción, precios y mercados, en investigación y en la promoción.
Inavi tiene ingerencia en la aplicación de normas y función de fiscalización de toda la actividad del sector, y es preceptivo (obligatorio) su asesoramiento al Poder Ejecutivo, en materia de comercialización, producción, elaboración, envasado, circulación, exportación e importación de los productos vitivinícolas, pero según los reclamantes “no medió consulta alguna al Instituto”, para la imposición del tributo (Imesi) rechazado.
“La eliminación” lisa y llana “del capitulo que refiere al IMESI artículo 37, el cual pone en riesgo el futuro de la vitivinicultura Uruguaya” es el reclamo central de los vitivinicultores y sidreros.
“Es una nueva carga tributaria (…) de absoluta injusticia” dicen los reclamantes la invocada “equidad tributaria frente a otras bebidas fermentadas, como la cerveza” queda descartado porque “estudios realizados por importantes profesionales, la consultora Rueda, Abadi & Pereira, ha quedado demostrado que la carga impositiva del vino y la cerveza son hoy día prácticamente iguales, por lo que de gravarse con otro tributo al vino (un 23% Art. 37 capitulo IMESI)” generaría si, inequidad, lo que califican como “gravísima arbitrariedad hacia la vitivinicultura y en un beneficio para la industria cervecera, “sin fundamento alguno”
Afirman que “no existe una diferencia sustancial entre las cargas tributarias vigentes para el vino y la cerveza nacional. Mientras que el 24,51% del precio pagado por cada litro de vino está conformado por tributos o para-tributos, dicho porcentaje en el caso de la cerveza asciende al 23,71%, claramente inferior” y lo ejemplifican así: “si se adquiere un vino nacional en el mercado a $ 40,00, $9,80 corresponderán a impuestos directos e indirectos. Si se adquiere una cerveza nacional a ese mismo precio ($40,00) la carga tributaria será de $9,50 lo que implica una carga adicional en el vino de $0,30 y no para la cerveza”
“El Imesi recargaría a la población con impuestos excesivos en un sector que ya tiene IVA, la Tasa de Inavi (estampilla) y otras cargas indirectas” por lo que según los asociados esto “se traducirá en un incremento en el precio final provocando una caída en la demanda, generando graves perjuicios económicos y sociales al complejo vitivinícola, que como se dijo provocarán su desaparición, con una medida que lejos de ser igualitaria en la tributación genera una inequidad en el aporte de estos dos sectores”

Los datos comparativos
La única materia prima del vino es la uva, elemento perecedero, esto es si no se industrializa se pierde. Tiene un ciclo anual, con una altísima inversión inicial en su implantación que recién se recupera en varios años, requiriendo cuidados durante más de 30 años para el mantenimiento de una producción rentable.
La cerveza bebida alcohólica comparable, es el resultado de varios ingredientes siendo por orden de volumen: agua, malta (léase cebada malteada), adjunto cervecero (léase arrocín u otra fuente amilácea), ácido fosfórico, anhídrido carbónico. La cebada es un cultivo de invierno, tanto ésta como la malta pueden industrializarse en cualquier época del año. Siendo un cultivo anual que se puede plantar o no según la conveniencia en cada año. La uva se comercializa mas de un 90º% en el mercado interno para la elaboración de vino. La cebada malteada o malta se exporta en el entorno del 90%.
La obtención de un litro de vino necesita 1 kilo 300 gramos de uva.
Para la obtención de un litro de cerveza se necesitan menos de 100 gramos de malta y menos de 100 gramos de adjunto cervecero, ácido fosfórico y, obviamente, el agua necesaria para llegar al volumen. La industria vinícola cuenta con más de 400 bodegas habilitadas de las cuales 275 son elaboradoras, y más de 2.000 viticultores, todas empresas medianas, pequeñas y familiares.
Las 275 bodegas elaboradoras el 66% elaboran anualmente menos de 250.000 litros de vino, el 26% entre 250.000 y 1.000.000 de litros y apenas un 8% más de 1.000.000 de litros. Similar es la situación de los viticultores donde sobre 2418 viñedos inscriptos, el 81% son menores de 5 ha. El 13% entre 5 y 10 ha. y apenas el 6% superior a diez hectáreas.
Los viñedos y las bodegas ocupan en forma permanente a más de 7.000 personas, mas de un centenar de enólogos, y a los zafrales para la cosecha, sumando unas 8000 personas más. Debemos considerar a los vendedores y repartidores de vino, los puestos indirectos como los viveristas, fabricantes de postes y alambres, gestores administrativos y estudios contables, fabricantes de todo tipo de herramientas y accesorios para los viñedos y bodegas, fabricantes de canastos, de cajones, diseñadores gráficos, imprenteros, trabajadores del vidrio.
Según estudios realizados por la institución Alemana GTZ año 1991, directa e indirectamente del sector vitivinicultor dependen más de 50 mil personas.
La industria cervecera cuenta con 2 grandes fábricas, que conforman un monopolio de capitales extranjeros. Las empresas vitivinícolas están sometidas a un contralor, de difícil comparación con otro sector industrial. Que se inicia desde la implantación del viñedo, pasando por la elaboración en bodega y culminando en los procesos de venta dando las máximas garantías al consumidor. Este tipo de actividades, conjuntamente con las de promoción, investigación y desarrollo se financia con la tasa de control y promoción vitivinícola (tasa Inavi).
La cerveza no tiene este tipo de controles. Respecto de la situación general del sector, y en particular vinos comunes y a los Vinos de Calidad Preferencial (VCP) cuyo consumo ha descendido fuertemente, indicándolo así los números del año 2001 al 2005, en una disminución de aproximadamente un 8%.
Se incrementado el stock de vino, en 40 millones de litros, que significa más del 40% de la producción anual. La involución del precio del vino según el índice elaborado por el Instituto Nacional de Estadística para el año 2005 ha sido del 1.22 %. El número de bodegas que continúan elaborando vino ha ido descendiendo, en la medida que la rentabilidad del sector fue cayendo y de acuerdo al Registro de Bodegas elaboradoras se produjo un descenso del 15% en los últimos 5 años. No ha sido ajena la importación de vino especialmente desde Argentina, así como también el ingreso ilegal de los mismos. El contrabando se vera alentado si se agrega al vino nacional e importado legalmente, una nueva carga tributaria.
Gravar con el IMESI al vino significa bajar aún más la rentabilidad del sector hasta llegar a cero, porque si el consumo y los precios vienen en caída, no sería posible trasladar ese impuesto al consumidor. El gravamen IMESI es “una seria contradicción de política, ya que por una parte ha promovido con recursos importantes el proceso de reconversión tanto de viñedos como de la industria” (más de diez millones de dólares en los últimos 10 años).
Esta iniciativa de gravar con IMESI al vino se intento antes y termino en el sistema hoy vigente por el cual el Inavi se transformó en un agente de retención de IVA, aprovechando la base de datos con que cuenta el mismo, lo que permitió un incremento sustantivo en la recaudación del referido tributo, de acuerdo a los aportes por parte de las bodegas con un precio mínimo ficto.
El sistema vigente establece precios mínimos y en los casos donde se comercializa el vino a precios mayores, la bodega debe aportar a la DGI de acuerdo al precio de venta. El no pago en fecha de la percepción de IVA, determina que I.NA.VI no expida las estampillas de control, sin las cuales se impide a las bodegas comercializar el vino. Esta situación también genera un costo financiero a las empresas, porque muchas firmas pagan el IVA, previo a comercializar el producto.
¿Cuantos sectores del comercio en Uruguay tienen este tan estricto control para el pago de Impuestos?
El impacto familiar, social y laboral que significa la desaparición del sector vitivinícola por ser modelo de pequeña y mediana empresa, que radica la gente en el campo y que genera mano de obra de la propia familia. No debe olvidarse que el mayor porcentaje de la vitivinicultura uruguaya se encuentra radicada en el sur del país, esencialmente en los departamentos de Canelones; Montevideo; San José y Colonia.
El sector sidrero.
La competencia desleal de bebidas que no tienen un eficaz control impositivo y si se le coloca Imesi los productores de manzanas perderán la producción pues esta no tiene cabida en el mercado y la derivan a la industria de la sidra, por tanto debe retirarse de la reforma tributaria la aplicación del IMESI al vino y a la sidra.
Pedimos la falacia, de que el vino no paga Impuestos porque no paga Imesi. Queda demostrado que eso es una gran mentira.

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