Los que envenenaron a la señora del politico Mario Heber aun estan sueltos, dijo Carlos Julio Pereyra

URUGUAY. Carlos Julio Pereyra dijo el martes 5 de setiembre, que no decarta pedir que se reabra el caso de asesinato de la señora de Heber con vino envenenado, y hoy lo reitero a canal 12. El misterio de las botellas de vino envenenadas, 28 años después, continúa sin resolverse. El ex senador nacionalista Carlos Julio Pereyra, dijo a La Republica el 5 de setiembre que no descarta solicitar la revisión del expediente sobre vinos envenenados. El 5 de setiembre de 1978, Cecilia Fontana de Heber, esposa del dirigente del Partido Nacional Mario Heber y madre del actual senador Luis Alberto Heber, murió tras ingerir una botella de vino envenenado. El dirigente del Movimiento Nacional de Rocha (MNR) Carlos Julio Pereyra dijo ayer a LA REPUBLICA que "no debió haber mayores dificultades para continuar con las investigaciones", e indicó que no descarta solicitar la revisión del expediente.
Carlos Julio Pereyra: "No se quiso investigar, al igual que otros hechos de la dictadura". A mediados de agosto de 1978, Mario Heber, Carlos Julio Pereyra y Luis Alberto Lacalle, recibieron cada uno una botella de vino blanco Riesling con una tarjeta que decía: "El jueves 31 al mediodía brindemos por la Patria en su nueva etapa". La nota aparecía firmada solamente por tres iniciales: "M.D.N". Ni Pereyra ni Lacalle abrieron sus respectivas botellas. Cecilia Fontana sí lo hizo, y bebió un pequeño trago, que alcanzó para provocarle la muerte, ya que la que la bebida contenía Foxdrín, un insecticida de acción fulminante inmediata.
Hoy, a 28 años de ese episodio, todavía continúa la polémica y el misterio ante un hecho del cual se hicieron eco todos los medios de prensa de la época, y que todavía no fue aclarado.
"Cuando ingresé al Senado después de la dictadura hubo una Comisión Parlamentaria que investigó lo ocurrido, pero el juez que intervino en la causa archivó el expediente", recordó el dirigente blanco.
Este hecho provocó que la Fuerzas Conjuntas iniciaran una investigación, en la cual los peritos concluyeron que la carta que acompañaba las botellas había sido escrita por una mujer de unos 40 años que había sido alumna del colegio y liceo Sagrado Corazón, porque la caligrafía coincidía con el tipo de letra que se enseñaba en esa institución.
Pereyra explicó: "La investigación de la Justicia de la época se limitó a un análisis realizado entre nuestras familias y personas cercanas, que no arrojó mayores resultados".
Sin embargo, el líder del MNR afirmó, tras realizar averiguaciones personales, que los responsables fueron de "extrema derecha" que actuaron en "combinación con el Ejército" porque "se trató de una maniobra estudiada. Era gente que sabía de esas cosas".
El ex legislador nacionalista, reconoció que si bien maneja posibles nombres de los autores del hecho, prefiere no darlos a conocer porque no posee pruebas. "Se conoce el lugar donde se compró el veneno -un local de Carrasco- y la persona que fue a adquirirlo -el director de un semanario ultraderechista-, por lo cual, si se hubiera continuado indagando, seguramente se hubiera aclarado el tema", dijo.
Pereyra prefiere no especular sobre los motivos que llevaron a que el magistrado que indagó en los hechos archivara el caso porque "habría que habérselo preguntado al juez", pero indicó que -aunque aclaró que no lo tiene definido- podría solicitar la revisión del expediente.
El misterio y la falta de respuestas provocan que dos interrogantes persistan más allá del paso de los años: ¿quién o quiénes idearon la entrega de las botellas de vino? y ¿por qué no se llegó a fondo en la investigación?