Denuncian que el incumplimiento de los trabajos anunciados por Bomberos agravaron los incendios.
CANELONES. (4076). En noviembre del 2005, la vecindad de Jaureguiberry y balnearios aledaños sufrieron devastadores incendios. En ese momento la Dirección Nacional de Bomberos, se comprometió ante los vecinos de Jaureguiberry, a realizar trabajos de limpieza forestal (eliminación de los restos arbóreos carbonizados, producto de aquellos desastres ígneos) durante el pasado año 2006. “Estos trabajos no se realizaron jamás”, -denunció hoy el Edil Departamental Lúquez Cilintano- agregando que Bomberos puede haber “incurrido en responsabilidad administrativa y política respecto a la ocurrencia de los incendios en aquella zona costera de Canelones, otra vez en 2007”. El 2 de diciembre del años 2005, la Bancada de Ediles del Partido Nacional, en la Junta Departamental de Canelones presenta el proyecto de “Normas sobre Protección de las Zonas Naturales, Paisajísticas y Forestales del departamento”, redactado por Lúquez donde se diseña una política ambientalista preventiva con enfoque anti-incendios El proyecto Lúquez contenía la sugerencia de crear el puesto de Guardia Forestal Municipal, encargado de la prevención y alerta de accidentes ígneos, coadyuvante de las autoridades nacionales en la materia. El pasado 30 de octubre de 2006, la Comisión Permanente Nº 1 “Asuntos Legales” de la Junta Departamental, aprobó –por unanimidad- el texto normativo; no obstante, este proyecto está siendo sometido al estudio de otras comisiones de la Junta Departamental que aducen tener competencia en el Área de Aplicación de la norma propuesta.. Lúquez argumentaba en su proyecto que “la población canaria se encuentra inmersa en un verdadero estado de alerta y conmoción, -máxime en lugares del departamento donde el peligro de focos ígneos que dañan el medio ambiente y el paisaje asociado a él, perjudican la producción agrícola, traban la industrial, así como la actividad turística” agregando que cuando esto ocurre “a veces se desata por imperio de la naturaleza y otras veces por el maleficio de algunos imprudentes” El Edil sostenía que “sin perjuicio de la competencia en la materia que la ley otorga al Señor Intendente, conforme a lo establecido por los numerales 16º y 21º literal C del artículo 35 de la Ley Orgánica Municipal Nº 9515 de Octubre de 1935” propone una normativa de “carácter preventivo con medidas, unas educativas, y otras eliminativas”. El Guardia Municipal de Bosques y Zonas Forestales dependiente de la Dirección General de Gestión Ambiental de la Intendencia Municipal de Canelones, sería competente en la “custodia y mantenimiento de zonas boscosas del departamento de Canelones (en coordinación con) las autoridades nacionales competentes, las asociaciones civiles y el vecindario del departamento, en la prevención y eliminación de incendios. También sería función del Guardia Forestal la “restauración y regeneración de zonas arboladas dañadas, el establecimiento de calles anti-incendios libres de vegetación, la construcción de Torres de Control de Incendios, y demás requisitos que la función haga necesaria. El Guardia Municipal Forestal estará afectado a la Junta Local de la zona donde cumple sus funciones; que regula este decreto. El artículo 11 de la propuesta asigna a la Dirección General de Administración Hacienda de la Comuna, el Fondo Forestal Municipal; siendo las partidas asignadas al mismo destinadas a los siguientes fines: 1º. Reforestación de zonas azotadas y destruidas por incendios culposos o accidentales.2º. Recuperación y regeneración de especies arbóreas y arbustos de considerable valía para el medio ambiente y el patrimonio forestal del departamento. 3º. Podrá este Fondo, nutrir de recursos o, en su caso, proveerse de partidas remitidas por el Estado Central con el objeto de realizar los fines del presente decreto en los predios de zonas boscosas del departamento. La creación de empleos públicos para la organización de la Guardia Municipal, se preverá y regulará en el próximo presupuesto departamental de conformidad con los artículos 86 y 222 de la Constitución de la República.
1 comentario
Edgardo Menéndez -
Leyendo vuestro artículo y enterándome de lo sucedido en vuestro Departamento, más las acusaciones que han salido en los medios, de que los incendios han sido intencionales, me lleva a hacer una serie de reflexiones.
En primero lugar, hemos tenido en los últimos años una serie de siniestros importantísimos (con respecto a las pérdidas ocasionadas) en nuestro país y en especial a lo largo de toda la costa.
Y pese a todo, no tomamos conciencia de ello, y amparándonos en las crisis financieras, no tomamos acciones correctivas, y menos, nos preparamos, para evitar tales desgracias o por lo menos minimizar las pérdidas que desgraciadamente dejan como corolario.
Y me refiero específicamente, a los esfuerzos que todos en general deberíamos hacer en materia de prevención (educación, cumplimiento de normativas, inspecciones, calificación del personal, etc.).
Antes de reclamar el esfuerzo que debería haberse hecho, creo importante explicar que los incendios de éste tipo, cuando los combustibles abundan, y producto de las altas temperaturas y los fuertes vientos que evaporan la humedad de los mismos, obviamente, dejan los mismos en inmejorables condiciones para la ignición espontánea o por cualquier otra energía de activación, como puede ser una chispa, un rescoldo, un vidrio, etc.
Y las condiciones se dieron. Altas temperaturas, vientos fuertes y una acumulación de combustible seco a ras del suelo, que hasta los propios hongos que éstos acumularon, no duden que hayan iniciado la autocombustión. Y lo puedo aseverar, porque he tenido la posibilidad de visitar algunos balnearios, y desde hace muchísimo tiempo alarmado, se veían predios sucios, con acumulación de residuos y deshechos, ramas, piñas, y a ello agregarle los que tiran cuetes, los que hacen la quema de basura (bajos los árboles), los que hacen su asadito, . . y vaya uno a saber cuantas otra más imprudencias, impericias, descuidos y hasta intencionalidad exista a todo nivel de la población.
Y ahora, voy a quebrar una lanza a favor de los Bomberos. Porque, se que han hecho sendas reuniones de planeamiento y coordinación junto al Sistema Nacional de Emergencias, las Intendencias, Fuerzas Armadas y otras agencias públicas y privadas a fin de tomar recaudos para combatir las diferentes contingencias bajo un mando unificado y así lograr una mayor eficacia y eficiencia en los procedimientos.
Más, hasta se han equipado convenientemente y coordinado otras acciones (como la observación y alerta satelital), que pese a que los efectivos son menguados, han actuado dentro de las posibilidades bastante bien.
Pero, como siempre son insuficientes las respuestas y esfuerzos asignados, mi pregunta y objetivo, no es simple cómo usualmente se hace, cargarle todas las tintas a los Bomberos.
Pienso en tal sentido, que los que deberíamos ponernos un poco las pilas somos el resto de los uruguayos. Dejarnos de pedir tanto y dar un poco más. Si hay que limpiar un predio, pues señor!!! . . .hacerlo uno mismo. No hay bomberos, . . .hagamos una brigada. No hay herramientas, . . .compremos en la comisión barrial. Y las autoridades, sin perder su control, perfectamente puede ser la que mancomune y oriente los esfuerzos. Si sale el Edicto del Fuego, pues cúmplase!!!
Los centro comunales, las fuerzas vivas, policiales, de salud y armadas, todas participan y gustosas seguro participarían para coordinar otros planes para evacuar zonas, dar seguridad a las viviendas, establecer rutas alternativas, y sobretodo sacar a los curiosos cuando suceden siniestros de ésta magnitud, que lo único que hacen es complicar las operaciones y aumentar las posibilidades de que alguien muera.
El asunto va a ser los tiempos futuros. Cuanta gente quedará sin propiedades, sin empleo, los turistas que ya no vendrán. Es una lástima. Nos quejamos de ser pobres. Pero, no hacemos nada por salir de ahí. Somos pobres mentalmente.
El día que dejemos de pretender hacer lo que nos plazca, seguramente avanzaremos. Lo único que ya es tarde. Los campos están quemados, el cliente ya se fue. Los ahorros del comerciante se esfumaron. Y habrá que esperar 20 o 30 años para recuperar toda el área.
Volvamos a los básicos. Cuidemos nuestra tierra, nuestro patrimonio. Démosle valor. Debemos adquirir educación y conocimientos sobre el tema. Y solo nos invoca el fuego. Y las inundaciones?, las pestes?, los accidentes de tránsito?, los derrames de productos peligrosos? . . . . si estaremos expuestos a infinidad de flagelos que nos rodean y que de salirse de control, sería una catástrofe!!!
Mis felicitaciones a su medio de comunicación, y nuevamente a las órdenes para intercambiar ideas y coadyuvar para el engrandecimiento de nuestra nación.
Atentamente,
Edgardo Menéndez