Una mujer de mucha cilindrada.
SAUCE (4674)Mirta Machin de 61 años, es motoquera. “Soy una sauceña”, según dice, vive en el Km. 26 de la ruta 6 (Villa San José) y con motivo de un evento en la zona visitó la redacción de El Corresponsal y habló de su afición, las motos.
¿Cómo surge esta pasión por los fierros? “Nació cuando tenía yo 17 años, que trabajaba en una casa de familia, yo estaba en el primer piso y debajo había un taller mecánico y el rugir de esos motores se fue metiendo de a poquito en mi alma. Luego me casé y a mi marido las motos no le gustaban y me dediqué a la vida con él, los hijos, el trabajo; hasta que hace 20 años enviudé y opté por comprarme mi primera moto que fue una Honda 125 con la cual recorrí todo el Uruguay. Cambié por una Yamaha Virago 535 que por circunstancias personales la tuve que cambiar por la que tengo ahora, una Honda 150.
Me fui a Brasil con ella y ahora tengo miras -si Dios me ilumina-, en octubre me voy de nuevo a Brasil, Blumenau, Camboriu y el parque Beto Carrero”. Planea llegar con sus compañeros a Venezuela, y se están preparando para eso. Mirta Machin integra el grupo “Águilas de Fuego” siendo su presidenta. Dijo que el grupo eran más de 20, pero que ahora son pocos, “Jorge Lanza, Enrique Guillén y yo” señaló. Dijo Mirta que aún pequeño, en el grupo tiene muchos compañeros como Fabián Prieto “el cebrita”, quien estuvo con ella en la organización del reciente encuentro, realizado el pasado fin de semana en las instalaciones del Club Artigas de Sauce.
En colaboración con Manos Solidarias y la ong SOS Sauce, se pidió como entrada al evento, un kilo de alimento no perecedero para las instituciones, obteniendo unos 380 Kg. de estos alimentos. Al evento concurrieron agrupaciones motoqueras de Colonia, Juan Lacaze, Maldonado, Florida, Canelones, Las Piedras, Carrasco, El Pinar, Mercedes, Sarandi Grande, Sarandi del Yí, Durazno, y delegaciones de otros puntos del país. Pidió a Sauce que “tomen conciencia que esta gente que viene de muy lejos, y con la plata justa en el bolsillo no hay alojamiento, así que pónganse las pilas.
Si alguien tiene un cuarto, 2 camas, los que vienen pagarían por una noche algo razonable. No son gente mala, son gente con familia y…con motos” Mirta pidió al BBC que “aporte su granito de arena y ceda el salón para poner las carpas adentro”, y en general pido a todos aquellos que tienen “galpones tan grandes, de repente vacíos o al Club Ciclista de Sauce, alquilar los lugares, que todo van a pagar” agregando que “con el frío del fin de semana pasado, muchos motoqueros acamparon en medio de la cancha de fútbol” En cuanto a las pruebas realizadas comentó: “cuando llegamos a cualquier localidad hacemos competencias de alto nivel pero acá no daba para hacer eso. El lugar es una cancha de fútbol y no se puede destrozar con las motos.
Otras pruebas motoqueras. Con las motos hacemos cinchadas de cuerda, campeonatos de tomada de cerveza, remeras mojadas con las chicas, pulseadas femeninas y masculinas, carrera de eslora, picadas, la carrera del pancho, explicando que es así: va uno manejando la moto, el otro parado y se ata un pancho a una cuerda, quien lo coma primero gana. Se hacen las llamadas “carreras de lento (motos a mínima velocidad y pierde quien apoya el pie en el suelo). Aseguro que tiene muchos trofeos, medallas y pergaminos, todos tratamos de pasar bien. En nuestro ambiente no se consume droga, lo que consumimos es cariño de pueblo.
No hubo quejas en la comisaría. No somos gente de mal vivir, todos tenemos trabajo...”Mirta asegura que se siente “joven” y que “no le da miedo el salir a la ruta, no le tengo miedo al frío. Yo tengo una familia muy hermosa, una hija de 39 años ya casada con tres hijos y un hijo que esté en pareja. ¿Qué opinan en su familia de que su mamá y abuela sale a la ruta, en moto? “Bueno ahí está el drama, el hijo apoya, la hija apoya pero hasta ahí, parece que según ellos a mi edad, sería mejor que estuviera en mi casa todo el día cuidando a mis nietos”
“Yo los amo con toda mi alma, pero ésta es mi elección de vida. Soy libre como los pájaros. Voy donde quiero y no le tengo que rendir cuentas a nadie, yo no fumo. Este es el único hobby que tengo. He pasado por tantas operaciones quirúrgicas y estuve al borde de la muerte. Me aferré a la vida, me aferré a esta vida de motoquera”. Asegura que es “una manera de vivir con el aire fresco de la primavera, el aroma a pino, a campo, más la sensación de libertad. Sentís que volás en tu moto..."
Hay varias mujeres motoqueras en Uruguay. Mirta es la mayor, tiene 61 años y el año próximo el evento será en Piriápolis. Mirta ofrece su moto en venta quien tenga interés llamar al 094 101 158.
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