CANELONES. La policía canaria descubrió con efectividad al policía delincuente.
El Juez Letrado de La Costa Dr. Eduardo Pereira, procesó al policia, doble homicida. Con elementos proporcionados por la policía de Canelones, el Juez dispuso la detención del agente de policía de Canelones, iniciales; E.P. de 43 años de edad y de un Sub Comisario vinculados a la investigación de los crímenes de los transportistas Cal y Rizzolo. El Director de Investigaciones, Comisario Ricardo Pérez y Sub Director, Comisario Jonnhy Trías, supervisadas directamente por el Jefe de Policía, Insp. May. ® Sergio Guarteche habían obtenido suficiente evidencia como el hallazgo de una vaina de pistola Glock perteneciente al policía mencionado. Las pericias de Policía Técnica, determinaron que las víctimas habían sido ejecutadas con balas que se correspondían con la vaina estudiada. Cumplidas las instancias Judiciales correspondientes el Magistrado actuante dispuso el procesamiento y prisión del referido agente E.P.; tipificándole la autoría de “Un delito complejo de homicidio muy especialmente agravado en la modalidad de concurso”. El Sub Comisario fue puesto en libertad. Hechos anteriores. El día 4 de Mayo del 2004 el Taxi metrista Gerardo Rizzolo de 55 años de edad, fue encontrado muerto en la playa de Solymar (Canelones), (jurisdicción de Prefectura Nacional Naval), presentando un disparo de arma de fuego en el cráneo y el 15 de Diciembre del mismo año es hallado en jurisdicción de la seccional 27, El Pinar (Canelones) dentro de un ómnibus de la empresa Raincoop, el conductor y cobrador; Edward Cal de 26 años, también fallecido por un disparo de arma de fuego en el cráneo. El comando de la Jefatura de Policía de Canelones conformó un equipo de Investigación con la finalidad de obtener indicios y elementos que permitieran aclarar los hechos. Con distintas pericias practicadas al armamento de la policía de Canelones, quedo demostrado que ambas personas habían sido ejecutadas mediante la misma modalidad; (con un disparo en la nuca), habiéndose utilizado una pistola Glock de 9 milímetros de uso regular de la Policía. Al llegarle el turno de inspección al arma del hoy procesado policía E.P. que intervino en la investigación de ambos crímenes, denuncia que habia sido objeto de una rapiña por parte de un desconocido, resultando herido de bala y despojado de su arma de reglamento. Esto concentro las sospechas sobre el y al encontrarse un casquillo del arma pudo ser sometido a intenso interrogatorio lo que finalmente llevo a la confesión de la autoría. Hoy es un recluso mas en la carcel de Canelones.
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