Canelones, obrero fecundo tú señalas un rumbo triunfal levantando en la diestra ante el mundo cual bandera de oro un trigal cual bandera de oro un trigal.
Canelones, mirad tus espigas ondulando como un pabellón de la gloria les llega de Artigas el milagro de su bendición.
Porque marchas por su derrotero porque has sido como el precursor en los tiempos heroicos, guerrero y en los días de paz labrador, labrador, labrador.
Canelones, obrero fecundo tú señalas un rumbo triunfal levantando en la diestra ante el mundo cual bandera de oro un trigal cual bandera de oro un trigal.
Muchos hijos escriben tu historia de progreso en la zona rural mientras otros te llenan de gloria en la zona del campo mental.
Canelones, pueblo extraordinario bien mereces un puesto de honor porque diste el laurel legendario por la palma del buen sembrador, buen sembrador, buen sembrador.
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