Richard 'chengue' Morales: Me considero un ganador y no un chico malo
ECUADOR (4201) El jugador uruguayo canario, Richard ‘Chengue’ Morales evaluó su adaptación a Liga (Ecuador) y la reaccion de su fisico a la altitud en que esta la capital Quito. Narró, además los ecuatorianos cómo luego de incidentes -en un clásico Peñarol/Nacional- terminó en la cárcel.
Con su eterno mate en la mano, el centro delantero uruguayo comentó sus primeras vivencias en tierras ecuatorianas, diciendo que no le teme a la altitud, porque considera que todo pasa por el aspecto mental.
Habló extraordinariamente bien del grupo y aseguró que no le asusta el desafío de la Libertadores. Fue un diálogo con la redacción del programa ‘Tertulia Futbolera’, de Radio Quito, integrante del Grupo EL COMERCIO, que fuera difundida el domingo.
Los recuerdos de infancia, las tentaciones para que juegara al basquetbol (mide 1,95 m) y sus anécdotas en España y en un clásico Nacional-Peñarol que se jugó en el 2000 y que terminó con 10 futbolistas en la cárcel luego de violentos incidentes en la cancha.
¿Richard Morales se considera un chico malo?
No tengo nada de malo. Quienes me conocen pueden dar fe que dentro de la cancha quiero ganar siempre. Anhelo triunfar y cuando termina el encuentro concluye todo. Un abrazo, un apretón de manos y a otra cosa.
Hoja de vida: Javier Richard Morales Aguirre nació en Las Piedras, Canelones el 21 de febrero de 1975. Tiene 34 años.
El ‘Chengue’ jugó en Nacional, Platense, Basañez, Osasuna y Gremio.
Su apodo se originó cuando de pequeño no podía pronunciar las palabras “ven ovejita pequeñita”. Solo decía ‘chenquita’.
Sin embargo, tiene fama de ‘buen peleador’ luego de aquel clásico del 2000 entre Nacional y Peñarol.
Fue un error, un momento de calentura mal administrado. Pasa que paulatinamente todo se complicó: de una simple provocación se pasó a una pelea campal y allí todos apuntamos a ganar. Perdimos la cabeza y aquel incidente me marcó en todos los sentidos.
¿Fueron de la cancha a la cárcel?
Terminado el encuentro fuimos a nuestras casas, horas después debimos presentarnos en un juzgado. En la noche se revisaron los videos y quienes no estaban involucrados en los incidentes salieron en libertad, los demás fuimos a prisión.
¿Cuál fue la sentencia?
Prisión por 11 días para tres jugadores de Nacional, cinco de Peñarol y el DT de Peñarol. Fue durísimo, pues estuvimos con presos comunes sin ningún privilegio. Adentro nos olvidamos de la bronca y nos unimos todos para salir lo más rápido, pues dos semanas más tarde se jugaba la final del campeonato.
¿Y cómo terminó la historia en la cárcel montevideana?
A mí me sancionaron por cinco fechas y estaba fuera de la final; pero mis compañeros podían jugar al igual que los de Peñarol. Así que entrenaron en la cárcel, subiendo y bajando pisos. Incluso los cuerpos técnicos fueron a la prisión para dar pautas de entrenamiento. De allí que para el partido final, todos fueron de la cárcel a la cancha y, pese a todo, Nacional fue campeón ese año.
Este momento no tengo el aire suficiente para pelear la titularidad
Richard Morales
Delantero uruguayo de LDU
¿Nunca más se involucró en problemas?
Jamás.. Aprendí suficiente. Lo que nadie me quitará es el espíritu de lucha.
¿Cómo camina su adaptación a la altitud quiteña?
Pasa mucho por el aspecto mental. Llegué y a la semana jugué, fueron 15 minutos pero jugué. Eso demuestra mi deseo de adaptarme lo más rápido. Claro que he sentido molestias pequeñísimas, pero son parte de la adaptación. Por estos deseos de jugar no puedo constituirme en un estorbo para el equipo, así que iré poco a poco. Cuando esté bien, entonces lucharé con todo por ganarme un puesto.
Es decir, falta todavía.
Efectivamente. En estos momentos el aire no me da como para pelear un puesto en el equipo titular. Quiero sumar minutos para adquirir el nivel ideal y allí sí lucharé con todas mis fuerzas para ganarme un puesto en un grupo de gente maravillosa.
1 comentario
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