A la cárcel por asesinar a su beba.
TOLEDO. El pasado día 18 del corriente mes murió una beba recién nacida en un hogar de la ciudad de Toledo.
Conocido el hecho, la policía de la seccional 20 (Toledo) detuvo a los padres y luego de indagarlos, los llevó ante el Juez Penal de la ciudad de Pando, Dr. Silva Marquisio.
El Juez decidió el procesamiento de la madre, y dispuso el ingreso a la Cárcel de la mujer de iniciales D.A.S.V. de 23 años de edad, como autora de un delito de homicidio especialmente agravado.
El padre de la bebé, un joven de iniciales A.G.M.R. de 24 años de edad quedó en libertad, porque ni la policía, ni la fiscal Dra. Nancy Hagopian pudieron convencer al Juez -de manera indudable-; la responsabilidad del hombre, en las heridas (puntazos) que causaron la muerte de la niñita.
La madre de la beba, una mujer de iniciales D.A.S.V. de 23 años de edad, fue de inmediato trasladada a la Cárcel Femenina de Canelones donde permanecerá a la espera de la condena que puede ser desde 12 a 24 años de prisión.
La recién nacida presentó cortes en abdomen, cuello y brazos, y su cuerpo fue trasladado al Instituto Técnico Forense para investigar las causas de estos cortes.
3 comentarios
Andy -
ANA -
Hace 16 años viví un caso similar muy de cerca, y la responsable del infanticidio de su propia bebe, siguió tan fresca paseándose por una ciudad muy pequeña en donde todos supieron lo que pasó pero miraban para el costado. Me refiero a médicos que certificaron un deceso de una bebé que nació y lloró y a la que su madre le quito la vida en el baño de una casa. Los médicos lo supieron, la policía lo supo, pero nadie hizo nada. Yo era una adolecente de 16 años en ese momento, si ocurriera ahora que soy adulta y madre, juro que no pararía hasta ver a esa mujer en la carcel (unico lugar donde se merece estar una persona que hace eso con un ser indefenso). No hay justificativo, no hay defensa posible para una asesina que hace con su propio hijo lo que yo no haría ni siquiera con un animalito......
kazorla -
Sin lugar a dudas, la de Juez es la más comprometedora de la profesiones... De este nefasto artículo hay una parte ante la cual ¡No hay palabras! Ni podría ser de su competencia escuhar las que uno pronunciar quisiera porque ante lo que sólo Dios sabe, no queda más que guardar silencio... No voy a decir que pienso que trasladar a una enajeda de este calibre a la cárcel a menos de 48 horas del suceso, bien podría terminar por ser una Pena de Muerte aplicada con pasmosa ligereza a un ser humano desconocido... ¡La anterioridad del hecho, Sr. Juez, más que el hecho en sí! y luego está el siguiente asunto: Es como si Ud. hubiera dicho algo así: Al muerto me lo entierran, la mujer que fue la que sostuvo el arma me la mandan pa´la carcel pa que pague por lo que hizo y al tipo ya que no fue el asesino que se vaya pa´su casa y... ¡pase el que sigue! Déjeme decirle, Señor Juez, que ese hombre al que ud. dejó en libertad, ni siquiera siendo totalmente inocente del hecho acontecido, puede ser considerado un hombre inofensivo, porque, como Ud, comprenderá (o debería) es imposible formar parte de un episodio como este y seguir siendo un ser común y corriente. En fin Dr. Silva, déjeme preguntarle esto: Está seguro Ud. de conocer la diferencia entre rapidez y ligereza?
Señores lectores: ¿Saben Uds. qué sería Bueno en este caso? Que algún comunicador social se tomara la molestia de seguirle los pasos en el tiempo a los protagonistas de esta terrible historia y que dentro de, tal vez un año, volvieramos a saber de ellos, del curso de sus vidas. Ese día tal, podríamos tener una idea un poco más clara sobre cómo es que funciona la Justicia.