Inseguridad canaria: del Verano Azul al Verano Negro
CANELONES (1877) El martes 4, un grupo de vecinos de Salinas, Neptunia y Marindia se reunieron en el Centro Comercial de la primera de esas localidades para planear una movilización ante la ola de robos que sufre dicha zona de CANELONES. Durante esa asamblea, los delincuentes desvalijaron la casa de una de las asistentes a la reunión. Dos días antes, durante un primer encuentro de los vecinos, otros ladrones aprovecharon para asaltar el almacén de otro de los asambleístas. Los residentes de la zona destacan el aumento de los asentamientos cercanos y el nuevo margen de riesgo que ello supone. En otros puntos de la Costa de Oro (Parque del Plata, Las Toscas) se registra un promedio de tres hurtos por día, anotándose que ese ritmo se ha triplicado en las últimas semanas según sostiene la población local;
El miércoles 5, la Jefatura de Policía de CANELONES anunció que reforzará con quince nuevos agentes las seccionales de los balnearios afectados, mientras el Ministerio del Interior agregaba que se abrirán 200 vacantes para policías, aunque el jefe maragato señaló que "se necesitarían 1.200 nuevos efectivos", por lo menos. Se informaba asimismo que veinte patrulleros de otros Departamentos se destinarán a la Costa de Oro, lo cual equivale a desnudar un santo para vestir a otro. Como índice de la insostenible situación que vive la gente de esas playas, es interesante señalar que un comerciante recibió tres balazos durante un asalto a su negocio, pero al día siguiente volvió a ser rapiñado. Sería bueno averiguar hasta dónde llegará el margen de resistencia de esas otras víctimas;
El domingo 9, los asambleístas de la zona referida manifestaron sus reclamos en la ruta Interbalnearia y repartieron folletos a los automovilistas, donde dejaron constancia de su protesta. Buena tarjeta de presentación para este país turístico y buena respuesta para los eufemismos con que las autoridades suelen referirse al tremendo panorama de la inseguridad. Por el momento, el Verano Azul de los operativos de vigilancia es en realidad un Verano Rojo.
El martes 12, muere un policia, asesinados a balazos por 4 delincuentes que se llevaron 700 mil pesos de una remesa de Ute. El policia no tenia chaleco antibalas y su arma no era automatica. Era el unico custodia del dinero que se transportaba en una camioneta no acondicionada para transporte de valores. El policia Danilo Garcia vivía en el barrio “Villa Esperanza”, un asentamiento ubicado a la altura del kilómetro 29 de la ruta 8, con su mujer Silvana y sus dos hijos: Gonzalo (13) y Dayana (14).
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