SEÑORA DIRECTORA: La regulación de las ocupaciones (me parece) es como poner la carreta delante de los bueyes.
Señora Directora: La regulación de las ocupaciones (me parece) es como poner la carreta delante de los bueyes.
Nuestra intención al escribir estas líneas no es plantear desacuerdos con las ocupaciones, es más, somos férreos defensores de estas, cuando la situación lo amerita, cuando se corre el peligro de los vaciamientos, quiebres fraudulentos de empresas, o cuando se corre el riego de perdida de la fuente laboral.
En nuestro país, la discusión de las ocupaciones, se ha dado desde el plano político, de una forma muy mediática, donde oposición y gobierno se han tirado dardos desde todos los flancos sin lograr nada en concreto.
Desde todas las tiendas hemos sentido todo tipo de argumentos contra las ocupaciones y su la falta de legitimad, que son dañativas del derecho esencial de propiedad del empresario, y por lo tanto son inconstitucionales es el argumento que mas se siente, y el único que realmente tiene una basé jurídica razonable, pero esta gente se olvida que nuestra constitución marca tambien que es un derecho esencial tambien el tener por parte del hombre un empleo digno.
Desde el gobierno no ha sabido manejar los tiempos ni la situación, para que Políticos, Empresarios y Trabajadores, se sentaran a discutir el tema de fondo que es la falta de una política real de Prevención de Conflictos Laborales y sentar las bases de una negociación colectiva qué día a día va cobrando mayor fuerza a lo largo de todo el mundo.
Creemos que desde el punto de vista constitucional, el derecho o no a la ocupación puede o no ser legitimo, pero si nos vamos al derecho laboral, nadie puede negar que la ocupación puede llegar a ser y es, por la vía de los hechos legitimizada por los organismos internacionales del trabajo.
El gran error cometido en este proceso, ha sido, el de invertir el proceso. En Uruguay, en vez de comenzar por la negociación colectiva y su reglamentación como punto inicial de la discusión, el gobierno, por un capricho populista del Ministro del Interior José Díaz, ha derogado el decreto que autorizaba a la fuerza publica a participar y mediar en la desocupación de los establecimientos públicos y privados.
Esta medida, tomada caprichosamente por el Ministro Díaz – a quien prontamente esperamos poder decirle ex ministro – ha dado un impulso a la mala utilización del recurso de la ocupación de los lugares de trabajo, la cual ha sido públicamente mal utilizada en una gran cantidad de casos.
Y le ha impedido a nuestra sociedad, el tener la discusión de fondo de este tema la negociación colectiva y el derecho laboral, armas fundamentales para la prevención de los conflictos laborales. Una de las grandes reivindicaciones del aparato sindical uruguayo, integrado a plan de gobierno del encuentro progresista y que este gobierno hasta el día de hoy no ha comenzado a discutir, vaya uno a saber por que motivos.
Hoy se acude a estudiar por la vía legislativa un ante proyecto presentado por el gobierno, a sus legisladores para la “prevención y Solución de conflictos colectivos”, un proyecto que el propio PIT CNT y las cámaras empresariales han catalogado como paliativo y muy flojo, cuya finalidad es sencillamente, la de paliar la situación generada por las más de 80 ocupaciones realizadas desde la derogación del proyecto, y tapar el ojo mientras se diluyen las discusiones entre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la norma, y evitar la discusión del derecho laboral de los trabajadores.
La política laboral de un país no puede estar marcada por errores o caprichos de sus gobernantes, y sus soluciones no pueden ser marcadas por la presión de los distintos sectores de la vida del mismo, como lamentablemente nos esta pasando en este momento.
Nosotros vivimos en una democracia representativa, donde el parlamento y los políticos tienen la palabra, tienen en sus manos la representación de todos nosotros que los pusimos allí para representar nuestra voz y no pueden estar ajenos a esa responsabilidad. Si el Poder ejecutivo se equivoco en el camino, el legislativo tiene la responsabilidad de corregirlo, si el partido de gobierno pone la carreta delante de los bueyes y comienza la discusión por la parte final, es responsabilidad de la oposición dar vuelta la carreta e iniciar la discusión por donde se debe.
En definitiva
El Gobierno entretiene a la oposición discutiendo sobre la constitucionalidad o no de las ocupaciones y mientras tanto, los uruguayos seguimos sin discutir los derechos de los trabajadores y sin reglas claras para la negociación y prevención de conflictos laborales entre patrones y empleados.
Seguimos un rumbo sin sentido en políticas laborales, donde la agenda no la marca nadie en particular y donde el accionar del gobierno esta marcado por errores populistas o caprichos de gobernantes sin experiencia y en casos como el del Ministro José Díaz, sin capacidad para ocupar el cargo.
Seguimos soñando y pregonando una lucha de clases ficticia, a la que hoy el mundo entero ha comenzado a abandonar, para dar paso a la mediación y la discusión entre las partes.
La pregunta es ¿hasta cuando, seguiremos sin discutir los temas de fondo? Firma. Fernando Pazos Rosado. pazosrosado@yahoo.com Convencional Departamental por la lista 71 del Partido Nacional -Periodo 2000-2005 y 2005-2010. Integrante de la Mesa Representativa de AFINJU desde año 2000 a la fecha. Directivo de la Comision de la Sociedad Hipica y Social Potros y Palmas. Delegado del Sector Sindical de la Secretaria de Asuntos Sociales del Partido Nacional.
Nuestra intención al escribir estas líneas no es plantear desacuerdos con las ocupaciones, es más, somos férreos defensores de estas, cuando la situación lo amerita, cuando se corre el peligro de los vaciamientos, quiebres fraudulentos de empresas, o cuando se corre el riego de perdida de la fuente laboral.
En nuestro país, la discusión de las ocupaciones, se ha dado desde el plano político, de una forma muy mediática, donde oposición y gobierno se han tirado dardos desde todos los flancos sin lograr nada en concreto.
Desde todas las tiendas hemos sentido todo tipo de argumentos contra las ocupaciones y su la falta de legitimad, que son dañativas del derecho esencial de propiedad del empresario, y por lo tanto son inconstitucionales es el argumento que mas se siente, y el único que realmente tiene una basé jurídica razonable, pero esta gente se olvida que nuestra constitución marca tambien que es un derecho esencial tambien el tener por parte del hombre un empleo digno.
Desde el gobierno no ha sabido manejar los tiempos ni la situación, para que Políticos, Empresarios y Trabajadores, se sentaran a discutir el tema de fondo que es la falta de una política real de Prevención de Conflictos Laborales y sentar las bases de una negociación colectiva qué día a día va cobrando mayor fuerza a lo largo de todo el mundo.
Creemos que desde el punto de vista constitucional, el derecho o no a la ocupación puede o no ser legitimo, pero si nos vamos al derecho laboral, nadie puede negar que la ocupación puede llegar a ser y es, por la vía de los hechos legitimizada por los organismos internacionales del trabajo.
El gran error cometido en este proceso, ha sido, el de invertir el proceso. En Uruguay, en vez de comenzar por la negociación colectiva y su reglamentación como punto inicial de la discusión, el gobierno, por un capricho populista del Ministro del Interior José Díaz, ha derogado el decreto que autorizaba a la fuerza publica a participar y mediar en la desocupación de los establecimientos públicos y privados.
Esta medida, tomada caprichosamente por el Ministro Díaz – a quien prontamente esperamos poder decirle ex ministro – ha dado un impulso a la mala utilización del recurso de la ocupación de los lugares de trabajo, la cual ha sido públicamente mal utilizada en una gran cantidad de casos.
Y le ha impedido a nuestra sociedad, el tener la discusión de fondo de este tema la negociación colectiva y el derecho laboral, armas fundamentales para la prevención de los conflictos laborales. Una de las grandes reivindicaciones del aparato sindical uruguayo, integrado a plan de gobierno del encuentro progresista y que este gobierno hasta el día de hoy no ha comenzado a discutir, vaya uno a saber por que motivos.
Hoy se acude a estudiar por la vía legislativa un ante proyecto presentado por el gobierno, a sus legisladores para la “prevención y Solución de conflictos colectivos”, un proyecto que el propio PIT CNT y las cámaras empresariales han catalogado como paliativo y muy flojo, cuya finalidad es sencillamente, la de paliar la situación generada por las más de 80 ocupaciones realizadas desde la derogación del proyecto, y tapar el ojo mientras se diluyen las discusiones entre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la norma, y evitar la discusión del derecho laboral de los trabajadores.
La política laboral de un país no puede estar marcada por errores o caprichos de sus gobernantes, y sus soluciones no pueden ser marcadas por la presión de los distintos sectores de la vida del mismo, como lamentablemente nos esta pasando en este momento.
Nosotros vivimos en una democracia representativa, donde el parlamento y los políticos tienen la palabra, tienen en sus manos la representación de todos nosotros que los pusimos allí para representar nuestra voz y no pueden estar ajenos a esa responsabilidad. Si el Poder ejecutivo se equivoco en el camino, el legislativo tiene la responsabilidad de corregirlo, si el partido de gobierno pone la carreta delante de los bueyes y comienza la discusión por la parte final, es responsabilidad de la oposición dar vuelta la carreta e iniciar la discusión por donde se debe.
En definitiva
El Gobierno entretiene a la oposición discutiendo sobre la constitucionalidad o no de las ocupaciones y mientras tanto, los uruguayos seguimos sin discutir los derechos de los trabajadores y sin reglas claras para la negociación y prevención de conflictos laborales entre patrones y empleados.
Seguimos un rumbo sin sentido en políticas laborales, donde la agenda no la marca nadie en particular y donde el accionar del gobierno esta marcado por errores populistas o caprichos de gobernantes sin experiencia y en casos como el del Ministro José Díaz, sin capacidad para ocupar el cargo.
Seguimos soñando y pregonando una lucha de clases ficticia, a la que hoy el mundo entero ha comenzado a abandonar, para dar paso a la mediación y la discusión entre las partes.
La pregunta es ¿hasta cuando, seguiremos sin discutir los temas de fondo? Firma. Fernando Pazos Rosado. pazosrosado@yahoo.com Convencional Departamental por la lista 71 del Partido Nacional -Periodo 2000-2005 y 2005-2010. Integrante de la Mesa Representativa de AFINJU desde año 2000 a la fecha. Directivo de la Comision de la Sociedad Hipica y Social Potros y Palmas. Delegado del Sector Sindical de la Secretaria de Asuntos Sociales del Partido Nacional.
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